Bolo 1917 cuchillo centenario
El cuchillo que hoy nos
ocupa es la culminación de una carrera de diseño del ejército norteamericano
que se inicia en la guerra de Filipinas, de 1899 a 1902.
Tras la salida de los españoles de las
islas, los norteamericanos pretendieron anexionarse Filipinas como una colonia,
lo que desencadenó una guerra, oficialmente nunca declarada, que en términos
formales duró 3 años, aunque en términos
reales se desarrolló hasta 1907, hay autores que incluso la prolonga hasta
1.913 y la califican de genocidio, hubo más de un millón de muertos filipinos
frente a algo más de 4.000 estadounidenses.
Un poco de historia, el origen
En la guerra que citamos,
las fuerzas filipinas estaban pobremente armadas y hacían frente a los invasores con cualquier
cosa que tuvieran a mano. Una de sus armas preferidas, por abundante en las
islas, por la familiaridad de su manejo y por su relativamente sencilla
producción fue el cuchillo que ellos llaman “Bolo”, originalmente se trataba de
una herramienta agrícola, similar a un machete, que se usaba, entre otras
tareas, para desbrozar los campos o talar madera. Como arma de guerra es
devastadora, y en manos expertas y puede cortar una cabeza como corta la malea
de la selva.
El Bolo filipino no tiene unas medidas y forma del todo determinada, pues no
era una herramienta de producción en serie. Genéricamente podemos definirlo
como un cuchillo de hoja larga y ancha,
en ocasiones creciente en anchura hacia la punta y en otras ocasiones con el
ancho máximo hacia la mitad de la hoja y decreciente hacia la punta, siempre se
busca la potencia en el golpeo de filo.
Su guarda es pequeña, cuando la tiene, y generalmente en el lado del filo y es
parte de la misma hoja, en otras ocasiones carece de guarda, pues rara vez se
usa de punta.
La funda puede ser de cuero o de madera y en otras ocasiones carece de funda.
Es una herramienta concebida, sobre todo, para macheteo, para usar de filo,
pocas veces de punta, de hecho muchos de ellos tienen el final de la hoja roma,
o redondeada, esto evita enganches indeseados durante su uso en los paisajes
más frondosos.
Bolos filipinos de
producción contemporánea, no difieren de los usados hace más de 100 años
Aun hoy se siguen produciendo Bolos en Filipinas, hasta donde he podido
documentarme, casi todos de forma artesanal.
Adaptación militar, la evolución
Los norteamericanos, durante
sus primeras operaciones en la jungla, no tardaron en darse cuenta de que
carecían de herramientas eficaces para ese entorno, en su entonces corta historia
militar casi nunca habían combatido en esos ambientes.
Los norteamericanos tenían el precedente
cercano de su guerra en Cuba contra
España, pero aquello les duró tres meses y medio y apenas acumularon
experiencia en esos entornos del uso de armas blancas en sus operaciones.
Parece que en Cuba emplearon en pruebas un cuchillo bayoneta llamado Krag
Bowie, pero que lo descartaron por ineficaz. Tiene un diseño interesante y hay
poca documentación de él en la red, quizás en otro momento le dedique más
atención para documentarlo adecuadamente en un futuro trabajo aquí.
Un raro ejemplar de Krag Bowie como los que operaron encuba en 1.898
Bolo Knife Modelo 1904
Buscando la adaptación al medio consideraron que lo más adecuado era fijarse en
las herramientas que ya se usaban sobre el terreno por los nativos, y de ahí
nació la primera versión del Bolo Knife, la de 1.904.
Ejemplar de Bolo 1904, con un buen estado de conservación
En origen fue un cuchillo
exclusivo de para los cuerpos sanitarios del Ejército. Tenían la necesidad de
limpiar los matorrales y cortar ramas para hacer camillas e improvisadas
tiendas de campaña donde atender a los heridos.
El Bolo Modelo 1904 tenía una hoja curva de 12 pulgadas (30 cm) con la punta redondeada,
y un mango curvo de madera, con dactilera para todos los dedos. La empuñadura
se unía a la hoja enteriza con remaches de latón. La guarda, también de latón,
tenía forma de -S -. La funda era de cuero con un mecanismo metálico para
portarlo sujeto al correaje. Pese a que
el modelo evolucionaría rápido hacia otras versiones, este modelo permaneció en
producción hasta 1915.
Al poco tiempo de estar en producción le sucedió otro modelo.
Sanitarios haciendo prácticas de
evacuación de heridos, dotados con el Bolo 1904
Bolo Knife Modelo 1909
Con este modelo se pretendió
sustituir a la versión de 1904 con un doble propósito, abaratar los costes de
producción y hacerlo más versátil para el uso en otra unidades distintas a las
sanitarias.
Ejemplar de Bolo 1909, de
exposición.
El Bolo 1909 fue dado como
dotación a unidades de infantería, artillería, ingenieros e intendencia.
Las modificaciones de diseño fueron sustanciales respecto a su predecesor.
La principal de estas variaciones consistió en darle una punta con mucha más
penetrabilidad, lo que lo convertía en un arma mucho más ofensiva, y por tanto
más versátil en acciones más allá de cortar palos o maleza. La hoja también se
alargo 2 pulgadas, hasta 14’’ (35 cm).
En el mango se suprimió la dactilera, lo que sacrifica un poco el agarre óptimo
en su posición natural, pero hace más cómoda cualquier otra forma de empuñarlo,
esto se agradece especialmente en el combate cuerpo a cuerpo. La empuñadura
mantuvo su modo de unión a la espiga integral con tres remaches de latón.
Aunque se suprimió el pasacabos.
La guarda se hizo recta y se reemplazó el latón de 1904 por acero.
La funda siguió siendo de cuero, y se reemplazó el anclaje mecánico de su
predecesor por uno del mismo cuero de la funda, mucho más barato y fácil de
montar. La embocadura metálica sólo se aplicó en los primeros modelos puestos
en servicio y en producciones posteriores fue suprimida.
Este modelo tuvo poca vida
operativa, pues durante su tiempo como arma de dotación Estados Unidos no
participó en ningún conflicto. Los soldados a los que era asignada la
consideraban más un estorbo, que además había que cuidar y no perder, que una
herramienta o un arma realmente útil. Sin embargo, de algún modo, siguió
llegando hasta tropas norteamericanas tres décadas después.
Soldados norteamericanos con
el Bolo1909, foto datada en Nueva Guinea en 1944
Bolo Knife Modelos 1910 y 1917
Parece que el modelo de Bolo
de 1909 no satisfacía a casi nadie, por lo que se siguió buscando un modelo
operativo más adecuado, más orientado a tareas de corte y desbroce que puramente
de combate, pronto llegaría el modelo 1910. De este al de 1917, motivo de este
trabajo, apenas hay diferencias, por lo que abordaré los dos juntos, señalando
las pequeñas diferencias, para no cansar al lector
Modelos de bolo
comparados de 1909 y 1910
Se trata de una herramienta
mucho más compacta, que no pierde contundencia ni eficacia en las tareas para
las que fue pensado.
La hoja se recorta de 14 pulgadas (35 cm) a 10 1/4 pulgadas (unos 26 cm), eso
mejora el campo de actuación y evita enganches, también lo hace mucho más
cómodo de portar.
En la empuñadura no se complicaron la vida y pusieron prácticamente la misma
que la de la bayoneta de 1903 fabricada por Springfield Armory, con la leve
diferencia de los tornillos de sujeción y el mecanismo de anclaje al fusil,
también se marco en el lado del filo una dactilera, pero muy suave, que no
entorpece su agarre en distintas posiciones.
Bayoneta de Springfield, Modelo 1903 de donde salió el mango del Bolo1910 y 1917
Las cachas del modelo de 1910 era lisas en sus laterales, mientras que en el
modelo de 1917 se hicieron algo texturizadas, lo que mejora el agarre tanto en
macheteo, como, especialmente en condiciones de humedad.
El mecanismo de anclaje a la funda también se cambió respecto a la bayoneta en
el modelo de 1910, levándolo del lado del filo al del lomo. En el modelo de
1917 se suprimió este anclaje, parece ser que el motivo es que se deterioraba
con facilidad y soportaba mal la suciedad que lo dejaba inoperante. Muy
posiblemente también contribuyó a su eliminación que el modelo de 1917 se hizo
ya en tiempo de guerra que requiere mejorar tanto los costes como los tiempos
de fabricación. Parece que en algunos modelos de 1910, los más tardíos, ya se
había suprimido, se ve en la imagen inferior.
Dibujos de los distintos modelos de Bolo y sus
fabricantes de 1910 a 1917
La hoja permaneció inalterable en ambos modelos. Es una hoja creciente en
anchura hasta unos 7 cm antes de la punta, donde vuelve a estrecharse buscando
crear una punta de razonable penetrabilidad en un cuchillo de esas
características. La describo con más detalle en el siguiente apartado de
“valoración del cuchillo”, así como su funda.
Este cuchillo fue operativo
durante la Primera Guerra Mundial a partir de la entra de Estados unidos en la
contienda y se pudo ver con cierta asiduidad en las unidades artilleras y de
ametralladoras en el escenario francés
El Bolo 1917 en una unidad de ametralladoras, muy
posiblemente ya en escenario europeo
Lo fabricó principalmente Springfield
Armony, pero la entrada en guerra supuso ampliar la producción y dar entrada a
otros contratistas, como Plumb, en Filadelfia y Nueva Orleans y ACCO.
Durante la IGM no fue un
arma de dotación individual, se entregaban unas pocas piezas por unidad, si
bien su producción se estima en decenas de miles durante la duración de la
contienda.
Estaba perfectamente reglado que soldados debían portarlo dentro de cada
unidad, su orden dentro de los pelotones, e incluso que se llevara en el lado
izquierdo del cinturón.
Bolo 1917 en una unidad de ametralladoras, por el aspecto
de los portadores parece que es una fase de instrucción, posiblemente aún en suelo
norteamericano.
Con el Bolo 1917 en la mano, descripción y valoraciones
Sus 652 gramos, muy bien equilibrados, no dejan lugar a dudas del fin para el
que fue concebido. He tenido en la mano hachas comerciales que trasmiten
bastante menos poder de corte que este Bolo.
La hoja es de acero de alto
carbono, del que desconozco nomenclatura, pavonada en negro, este ejemplar
conserva todo el pavón original.
Tiene un vaciado singular que no he podido saber si se hizo en todos los
modelos o sólo en los fabricados en tiempo de guerra. En lo que respecta al
filo principal es marcadamente convexo por una cara y la cara opuesta es plana
hasta la parte en la que empieza a estrecharse para formar la punta, donde
también es convexo, aunque bastante menos acentuado que en la cara opuesta.
Por lo que respecta al contrafilo, es convexo simétrico por ambas caras.
Tanto filo como contrafilo mantienen el afilado original de fábrica, incluido
el pavón. El afilado no es especialmente fino en el filo principal, lo que
tiene sentido tratándose de una herramienta que se usa principalmente golpeando
más que cortando. El contrafilo si tiene un afilado más cortante, sin llegar a
ser tampoco extremo. La punta no es especialmente aguda, tiene una
penetrabilidad media, lo que para un cuchillo pensado para cortar, de alguna
manera, garantiza que no se deteriorará en el uso.
La dureza no es especialmente alta para los estándares actuales en cuchillería,
estimo que sobre 53-55 HRC, pero es algo lógico para el uso para el que se
pensó esta pieza.
La empuñadura es de madera,
texturizada perpendicularmente a la línea de filo, no se con certeza la
especie, pero la supongo de roble americano, con una fina capa de barniz o
aceite que la pieza conserva íntegra y que suaviza el tacto. Se fija a la
espiga integral con dos tornillos. Guarda y pomo son de acero, pavonados en negro
como la hoja.
Tiene un buen agarre en cualquier posición.
La funda es la parte que
confiere más carácter de época a la pieza. Con exterior de lona de saco, e interior de madera, entre la
madera y la loma hay un forro de piel que hace de impermeabilizador. Se hico
con agarre de metal para el cinturón de dotación. La puntera va forrada de
cuero , con marcaje del fabricante. Los fabricantes de las fundas eran
distintos a los que hacían los cuchillos.
Longitud total: 38 cm.
Longitud de la Hoja: 26,3 cm.
Ancho máximo de hoja: 5,4 cm
Grueso de hoja: 6 mm.
Peso con funda: 890 grms
Peso sin funda: 652 grms
Dedicado a mi padre, Francisco Lorente Mata (1917-1977),en el centenario de su nacimiento
Orcera, diciembre de 2017
Otras variantes, los Bolos de bayoneta
Mientras me documentaba para
este trabajo he descubierto que también hubo Bolos adaptados como bayoneta, las
primeras unidades datan de 1902 y tuvo modificaciones sustanciales de diseño
hasta 1915.
Os dejo una par de fotos de muestra de este nuevo descubrimiento y trataré de
documentarlo adecuadamente para un futuro trabajo.
Son piezas raras y muy valiosas para coleccionistas
La pieza central es una Bolo-bayoneta de 1915
El cuchillo que hoy nos
ocupa es la culminación de una carrera de diseño del ejército norteamericano
que se inicia en la guerra de Filipinas, de 1899 a 1902.
Tras la salida de los españoles de las islas, los norteamericanos pretendieron anexionarse Filipinas como una colonia, lo que desencadenó una guerra, oficialmente nunca declarada, que en términos formales duró 3 años, aunque en términos reales se desarrolló hasta 1907, hay autores que incluso la prolonga hasta 1.913 y la califican de genocidio, hubo más de un millón de muertos filipinos frente a algo más de 4.000 estadounidenses.
El Bolo filipino no tiene unas medidas y forma del todo determinada, pues no era una herramienta de producción en serie. Genéricamente podemos definirlo como un cuchillo de hoja larga y ancha, en ocasiones creciente en anchura hacia la punta y en otras ocasiones con el ancho máximo hacia la mitad de la hoja y decreciente hacia la punta, siempre se busca la potencia en el golpeo de filo.
Su guarda es pequeña, cuando la tiene, y generalmente en el lado del filo y es parte de la misma hoja, en otras ocasiones carece de guarda, pues rara vez se usa de punta.
La funda puede ser de cuero o de madera y en otras ocasiones carece de funda.
Es una herramienta concebida, sobre todo, para macheteo, para usar de filo, pocas veces de punta, de hecho muchos de ellos tienen el final de la hoja roma, o redondeada, esto evita enganches indeseados durante su uso en los paisajes más frondosos.
Bolos filipinos de
producción contemporánea, no difieren de los usados hace más de 100 años
Aun hoy se siguen produciendo Bolos en Filipinas, hasta donde he podido documentarme, casi todos de forma artesanal.
En origen fue un cuchillo exclusivo de para los cuerpos sanitarios del Ejército. Tenían la necesidad de limpiar los matorrales y cortar ramas para hacer camillas e improvisadas tiendas de campaña donde atender a los heridos.
El Bolo Modelo 1904 tenía una hoja curva de 12 pulgadas (30 cm) con la punta redondeada, y un mango curvo de madera, con dactilera para todos los dedos. La empuñadura se unía a la hoja enteriza con remaches de latón. La guarda, también de latón, tenía forma de -S -. La funda era de cuero con un mecanismo metálico para portarlo sujeto al correaje. Pese a que el modelo evolucionaría rápido hacia otras versiones, este modelo permaneció en producción hasta 1915.
Al poco tiempo de estar en producción le sucedió otro modelo.
Las modificaciones de diseño fueron sustanciales respecto a su predecesor.
La principal de estas variaciones consistió en darle una punta con mucha más penetrabilidad, lo que lo convertía en un arma mucho más ofensiva, y por tanto más versátil en acciones más allá de cortar palos o maleza. La hoja también se alargo 2 pulgadas, hasta 14’’ (35 cm).
En el mango se suprimió la dactilera, lo que sacrifica un poco el agarre óptimo en su posición natural, pero hace más cómoda cualquier otra forma de empuñarlo, esto se agradece especialmente en el combate cuerpo a cuerpo. La empuñadura mantuvo su modo de unión a la espiga integral con tres remaches de latón. Aunque se suprimió el pasacabos.
La guarda se hizo recta y se reemplazó el latón de 1904 por acero.
La funda siguió siendo de cuero, y se reemplazó el anclaje mecánico de su predecesor por uno del mismo cuero de la funda, mucho más barato y fácil de montar. La embocadura metálica sólo se aplicó en los primeros modelos puestos en servicio y en producciones posteriores fue suprimida.
En la empuñadura no se complicaron la vida y pusieron prácticamente la misma que la de la bayoneta de 1903 fabricada por Springfield Armory, con la leve diferencia de los tornillos de sujeción y el mecanismo de anclaje al fusil, también se marco en el lado del filo una dactilera, pero muy suave, que no entorpece su agarre en distintas posiciones.
El mecanismo de anclaje a la funda también se cambió respecto a la bayoneta en el modelo de 1910, levándolo del lado del filo al del lomo. En el modelo de 1917 se suprimió este anclaje, parece ser que el motivo es que se deterioraba con facilidad y soportaba mal la suciedad que lo dejaba inoperante. Muy posiblemente también contribuyó a su eliminación que el modelo de 1917 se hizo ya en tiempo de guerra que requiere mejorar tanto los costes como los tiempos de fabricación. Parece que en algunos modelos de 1910, los más tardíos, ya se había suprimido, se ve en la imagen inferior.
La hoja permaneció inalterable en ambos modelos. Es una hoja creciente en anchura hasta unos 7 cm antes de la punta, donde vuelve a estrecharse buscando crear una punta de razonable penetrabilidad en un cuchillo de esas características. La describo con más detalle en el siguiente apartado de “valoración del cuchillo”, así como su funda.
Estaba perfectamente reglado que soldados debían portarlo dentro de cada unidad, su orden dentro de los pelotones, e incluso que se llevara en el lado izquierdo del cinturón.
Sus 652 gramos, muy bien equilibrados, no dejan lugar a dudas del fin para el
que fue concebido. He tenido en la mano hachas comerciales que trasmiten
bastante menos poder de corte que este Bolo.
La hoja es de acero de alto
carbono, del que desconozco nomenclatura, pavonada en negro, este ejemplar
conserva todo el pavón original.
Tiene un vaciado singular que no he podido saber si se hizo en todos los
modelos o sólo en los fabricados en tiempo de guerra. En lo que respecta al
filo principal es marcadamente convexo por una cara y la cara opuesta es plana
hasta la parte en la que empieza a estrecharse para formar la punta, donde
también es convexo, aunque bastante menos acentuado que en la cara opuesta.
Por lo que respecta al contrafilo, es convexo simétrico por ambas caras.
Tanto filo como contrafilo mantienen el afilado original de fábrica, incluido
el pavón. El afilado no es especialmente fino en el filo principal, lo que
tiene sentido tratándose de una herramienta que se usa principalmente golpeando
más que cortando. El contrafilo si tiene un afilado más cortante, sin llegar a
ser tampoco extremo. La punta no es especialmente aguda, tiene una
penetrabilidad media, lo que para un cuchillo pensado para cortar, de alguna
manera, garantiza que no se deteriorará en el uso.
La dureza no es especialmente alta para los estándares actuales en cuchillería,
estimo que sobre 53-55 HRC, pero es algo lógico para el uso para el que se
pensó esta pieza.
La empuñadura es de madera,
texturizada perpendicularmente a la línea de filo, no se con certeza la
especie, pero la supongo de roble americano, con una fina capa de barniz o
aceite que la pieza conserva íntegra y que suaviza el tacto. Se fija a la
espiga integral con dos tornillos. Guarda y pomo son de acero, pavonados en negro
como la hoja.
Tiene un buen agarre en cualquier posición.
La funda es la parte que
confiere más carácter de época a la pieza. Con exterior de lona de saco, e interior de madera, entre la
madera y la loma hay un forro de piel que hace de impermeabilizador. Se hico
con agarre de metal para el cinturón de dotación. La puntera va forrada de
cuero , con marcaje del fabricante. Los fabricantes de las fundas eran
distintos a los que hacían los cuchillos.
Longitud total: 38 cm.
Longitud de la Hoja: 26,3 cm.
Ancho máximo de hoja: 5,4 cm
Grueso de hoja: 6 mm.
Peso con funda: 890 grms
Peso sin funda: 652 grms
Dedicado a mi padre, Francisco Lorente Mata (1917-1977),en el centenario de su nacimiento
Longitud de la Hoja: 26,3 cm.
Ancho máximo de hoja: 5,4 cm
Grueso de hoja: 6 mm.
Peso con funda: 890 grms
Peso sin funda: 652 grms
Dedicado a mi padre, Francisco Lorente Mata (1917-1977),en el centenario de su nacimiento
Orcera, diciembre de 2017
Os dejo una par de fotos de muestra de este nuevo descubrimiento y trataré de documentarlo adecuadamente para un futuro trabajo.
Son piezas raras y muy valiosas para coleccionistas

























No hay comentarios:
Publicar un comentario